La luz V-16 se presenta como el dispositivo llamado a sustituir a los clásicos triángulos de señalización. Su implantación responde a un objetivo claro: reducir los atropellos en carretera, uno de los riesgos más graves cuando un vehículo queda inmovilizado por avería o accidente.
El principal problema: la falta de visibilidad en curvas y cambios de rasante. A pesar de sus beneficios, la V-16 tiene una limitación estructural muy relevante: solo es visible cuando existe una línea de visión directa.
En situaciones como:
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Curvas cerradas, cambios de rasante pronunciados, carreteras estrechas o de montaña, tramos con obstáculos visuales, su eficacia disminuye notablemente. El conductor que se acerca solo ve la señal cuando ya está prácticamente encima del vehículo detenido, reduciendo drásticamente su capacidad de reacción.
Al no permitir colocar una advertencia a distancia —como sí hacen los triángulos—, la V-16 no garantiza una anticipación suficiente en los tramos donde más se necesitan avisos previos.
Esto genera varias complicaciones:
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Un conductor que viaje al extranjero debe seguir llevando los triángulos, ya que en otros países siguen siendo obligatorios.
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Se crea una desarmonización normativa, poco práctica para transportistas, viajeros frecuentes y turistas.
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La inversión en una V-16 puede resultar insuficiente si se circula fuera del país.
Es decir, aunque España avance hacia este modelo, no existe una adopción europea unificada, lo que limita su utilidad más allá de nuestras fronteras.
La luz V-16 es un avance hacia una mayor seguridad al evitar que el conductor se exponga en carretera. No obstante, presenta dos inconvenientes muy relevantes:
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Su principal problema: la falta de visibilidad en curvas y cambios de rasante, donde no ofrece la anticipación necesaria.
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Su obligatoriedad exclusiva en España, que genera incoherencias con el resto de Europa y obliga a seguir llevando triángulos para viajar fuera del país.
A pesar de sus mejoras, sigue siendo un dispositivo útil pero imperfecto, cuya eficacia depende en gran medida del tipo de vía y las circunstancias del entorno.